Nana, hoy he hecho algo malo, estoy
donde no quiero ser, y lo siento por todos. Quiero que me empujes
lejos, sin que lo espere, para que por un momento los focos no me
iluminen, estar entre bastidores (solo por un momento), estar fuera
de escena (un instante allí dura cuanto desees), estar conmigo y al
mismo tiempo presentarme a nadie.
He oído hablar de ti, y por eso te
llamo, porque no sé que pasa conmigo, ¿soy demasiado mayor como
para contar con tu ayuda? (Quiero estar donde soy).
El guión dice que tenemos nombres y
apellidos, pero el narrador no ha venido y nadie sabe como actuar,
todos fingen (pero callan), el director ha muerto antes de poner el
punto y no sabemos cuando acabar, ahora todos se creen directores,
estúpidos, estúpidos (estúpidos), debe haber otra forma de
encontrar el rumbo...Nana, a veces actuar para los demás te hace
olvidar cual era tu propia voz
Si cuando dicen que debería salir de
escena permaneciese fuera, si cuando me tatúan todo lo que tengo
que decir me trago el sonido, ¿no podría encontrar otra forma?
¿Y si es eso? Ya sabes...romper el
telón antes de que caiga, que todo quede a vista de todos, sin
sombras, sin miedo. ¿Y si lo fuera? Podría serlo...apagar los focos
antes de que llegue el nudo, en la introducción todo va bien, y a
nadie le gusta protagonizar un desenlace.
A menudo siento que me encuentro en la persona incorrecta, siendo el momento equivocado.
Nana, tu haces cruzar a través de la
realidad, hasta el consuelo del sueño, a los más indefensos.
¿Puedes hacerme cruzar a través de mi sueño, hasta el consuelo de
mi propia realidad?
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