Me tumbaré sobre el océano para por una vez sentir que el cielo se funde en la tierra, lanzaré el sol para que sea este quien persiga la luna.
Mutilaré las manos para que la ayuda nazca de dentro y hacia dentro, abriré las cortinas los días de lluvia para invitarlas pasar, quiero que entren y golpeen en mí para ver si alguien responde a la llamada.
Grabaré el sonido del silencio para hacerlo sonar en cada tormenta, será una pomada para las nubes, sería una hamaca para tus pensamientos, que por una vez no tronarían al caer.
Seré el uno dentro del uno, para que por una vez no existan miles de números entre ellos, y mentiré cada vez que diga la verdad, y así parecerá que necesito ser de nuevo un alumno, tu alumno.
Guardaré la nieve sucia en mi estómago, porque siempre quise alimentarme de lo que todos rechazan, porque prefiero hacerla arder a que sientas frío.
Clavaré el agujero que el futuro hace en el presente, para que el clavo lo ocupe y solo puedas ver lo que queda alrededor.
Aprenderé a hablar como un recién
nacido, para ser sabio al no tener qué decir, para que recuerdes como empezó
todo lo que ahora te rodea.
Proyectaré mis ideas a través de un
caleidoscopio, para que se partan y se fragmenten en colores y formas
y no en palabras e intenciones.
Quizás entonces, quizás cuando haga
todo esto, quizás cuando lo logre(si lo logro), solo quizás...